Como médico especialista en geriatría, acompaño a diario a personas mayores que desean envejecer con salud, autonomía y bienestar. Uno de los riesgos poco conocidos pero frecuentes a partir de los 50 años es el herpes zóster, también conocido como «culebrilla». En este artículo te explico qué es, cuáles son sus complicaciones y por qué la vacuna Shingrix representa una excelente inversión en salud.
¿Qué es el herpes zóster y por qué es importante prevenirlo?
El herpes zóster es una reactivación del virus varicela-zóster (el mismo que causa la varicela). Aunque hayas tenido varicela en la infancia, el virus permanece latente en tu sistema nervioso y puede reactivarse en la adultez, especialmente si tienes más de 50 años o tu sistema inmunológico está debilitado.
Los síntomas incluyen dolor intenso, ardor, hormigueo y un sarpullido con ampollas. La complicación más temida es la neuralgia postherpética, un dolor persistente que puede durar meses o incluso años, afectando la calidad de vida, el sueño y el estado emocional.
¿Qué es Shingrix y qué beneficios ofrece?
Shingrix es una vacuna recombinante no viral, desarrollada para prevenir el herpes zóster y sus complicaciones. Se aplica en dos dosis con un intervalo de 2 a 6 meses.
Beneficios científicamente comprobados:
- 📈 Eficacia del 97% en personas de 50 a 69 años.
- 📈 Eficacia del 91% en mayores de 70 años.
- 🔒 Protección prolongada por al menos 10 años, según estudios clínicos de seguimiento.
- 🧠 Reduce el riesgo de neuralgia postherpética en más del 90%.
- 🧥 Estudios recientes sugieren una posible reducción del riesgo de demencia en personas vacunadas (Nature, 2024).
¿Y si ya tuve herpes zóster? ¡Aún puedes vacunarte!
Muchas personas creen que si ya tuvieron culebrilla, están protegidas. Pero esto no es cierto. El virus puede reactivarse nuevamente. La buena noticia es que puedes y debes vacunarte incluso si ya tuviste un episodio, idealmente pasados 6 meses del brote agudo.
Vacunarte es una inversión en tu salud y autonomía
Shingrix ha demostrado ser altamente costo-efectiva, sobre todo en mayores de 60 años. Invertir en esta vacuna es prevenir días de dolor, consultas, medicamentos. Con solo dos dosis, te protege por al menos 10 años. Es una inversión única con beneficios prolongados para tu salud y calidad de vida.
Conclusión: prevenir es mejor que lamentar
La vacuna contra el herpes zóster no solo previene una enfermedad dolorosa: protege tu sueño, tu estado de ánimo y tu autonomía. Si tienes más de 50 años o ya tuviste herpes zóster, habla con tu médico sobre Shingrix. Es una decisión informada y valiosa para vivir mejor.
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